A veces quiero encerrarme en un cajita, muy chiquita, y resguardarme ahí por toda la eternidad.

Odio cuando las pesadillas me azotan noche tras noche, andar con ojeras y un humor de mierda. Odio que cada ves me cueste más el sonreír fingidamente…de esa manera por lo menos les ahorro el mal trago las personas que me rodean.

Es que las personas que me rodean, me conocen, pero no los conocen a ellos.

Se los presentó…ellos son mis fantasmas. Se llaman, pasado, punción de muerte y odio.

A veces vienen a visitarme y se quedan por una o dos semanas. Su compañía no se me hace grata, pero tengo y debo confesar que con el tiempo, eh aprendido a convivir con ellos.

Que si me duele? Pues si…me desgarran, pero que más puedo hacer. Son fantasmas…no los puedo matar. Ya no puedo hacer más nada… Ya tengo las manos rotas de intentarlo.

Me duele todo el cuerpo de tan solo pensarlo…se me parte la cabeza de tanto llorar.

Tengo tanto miedo…tanto tanto miedo.

Quiero volar…quiero volar e irme lejos...

Me gustaría tanto darle a la gente que amo algo mejor de mi misma...me gustaría tanto poder ser mejor