viernes, 6 de mayo de 2011












Frunció un poco el ceño, pero sus cejas denotaron un deje de debilidad. Le costaba, le costaba mucho, pero sabía que a ella podía confesarle lo que fuera sin recibir reproches ni indiferencia a cambo. - Te...te necesito...- murmuro apenas presionando levemente con los dedos sobre su piel.


Se abrazó a su espalda y lebanto nuevamente el rostro para encontrarse con sus ojos y mirarlo fijamente. - Siempre podras encontrarme.- Le dijo sin dudar de sus palabras.

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